domingo, 10 de noviembre de 2013

Cuando Conocí un chico en la cárcel y le conté que soy vih + ::: PRIMERA PARTE:::

Hay cosas que uno quiere expresar pero siente miedo a ser juzgado, el hecho de ser diferente al resto te hace vulnerable, pero en realidad, no somos diferentes solo mostramos mascaras de similitud para encajar en cuadro social y no sentirnos solos.

He estado con ganas de escribir desde ya buen tiempo, pero me pregunto si alguien va leer lo que hoy, mañana y los días que le siguen decida escribir. También he pensado si sería prudente mostrar mi perfil o permanecer en el anonimato, tengo tantas cosas en la cabeza, necesito entender que es lo que realmente necesito.

Cuando Conocí un chico en la cárcel y  le conté que soy vih +

Dicen que el orden de los factores no altera el producto, así que empezare con esta historia, desde que me entere que era vih +, estar con alguien se ha vuelto un miedo al rechazó, pero sigo siendo humano, sigo sintiendo deseos sexuales y sentir el cariño de un hombre a mi lado.

Yo había oído que algunos gay recurren a la cárcel en busca de sexo, ya que los reclusos andan aguantados y también necesitados de monedas, nunca en mi vida había entrado a un penal, pero me daba morbo ser poseído por esos machos con ganas de desfogar toda esa masculinidad.

Un día puso en el chat que buscaba información para poder ir a un penal en busca de sexo, a lo que recibí muchas respuestas, pero una de las respuestas me dijo (!Vamos¡ yo también pienso ir este domingo), cabe decir que yo no parezco gay, me veo muy masculino, no rudo pero si masculino, por lo que muchos gay tienen ganas de que les estafe, pero la verdad solo soy pasivo.

A lo que iba, le di mi numero a esa persona, nos mensajeamos hasta el domingo, me hablaba de hacerme una limpieza por atrás y que no tenga barba, que a los presos les gustaban bien bebitas, trate de hacer lo posible y al llegar el día con nervios acudí al encuentro del pata que efectivamente mostraba totalmente que era gay, pero me recordaba mucho al personaje del bufon del rey, era muy divertido eso me inspiro confianza, al llegar al penal mi amigo me dio un nombre para decir que voy a visitar, me pusieron sello por todo los dos brazos, al llegar al pabellón junto con mis dos nuevos amigos, muchos de los presos se nos acercan y sonríen y algunos piden propina.

La verdad yo pasaba algo desapercibido, creo que era porque no parecía gay, entramos a la celda y cuando vi al chico que visitamos me quede sorprendido por lo guapo que era, la verdad yo lo mira con ganas de lanzármelo y estar a solas por todas las horas de visita, pero no podía ya que el ya tenía su gay. 

Conversamos un rato en grupo hasta que mi amigo me dijo (hora de dar un paseo por la escuelita) Mientras que muchos miraban a mi nuevo amigo diciéndole cosas sexuales, me percate que en la misma celda había un preso trigueño simpaticón muy masculino, ese preso no dejaba de mirarme y cuando empezamos a pasear por el pabellón el andaba detrás tratando de no mostrar que nos seguía.

Había presos muy guapos otros hasta las patas y otros con pinta que daban miedo, me gusto uno y le hice la conversa, a lo que me dijo que no estaba interesado, así que entramos en otra celda y mi amigo entre conversas y risas dicen mi amiga es una bebita y todos los de la celda voltearon y se me acercaron, sus miradas cambiaron, se notaba que estaban con ganas de montarme y me decían si quería uno por uno pasaba a la cama, cerraron la cortina y uno por uno paso, en una de esas vi que alguien abrió la cortina disimuladamente, era el chico que hace rato note que me seguía, pasaron 5 presos y después me dijeron que querían repetir  y mi amigo me había dejado solo, eso hizo que el miedo me invada y salí en busca de mi amigo, pero vi que estaba ocupado con otro, por lo que decidí meterme a la celda de quien fui a visitar y ahí estaba el chico, me escondí sentándome al fondo, pero el metía su cabeza una y otra vez, no era nada feo y su mirada trasmitía todos los deseos de conocerme.

Cuando vi que se retiro, iba irme cuando oigo su voz y me dice que me acerque a su cama, me siento tímidamente, me toma de la mano me mira a los ojos y me dice que no tenga miedo, que era muy lindo y que no tenía intenciones de hacerme daño, solo quería conocerme, conversamos un rato, a lo que me dice si quería echarme con él, yo accedí y se paro cerro la cortina y cuando me recosté, el hizo lo mismo por mi espalda y me dice al oído que quería darme un beso. Después del beso la verdad todo mi miedo se fue lo abrase y él me mantuvo entre sus brazos, sentí su sexo muy levantado y paso lo que tenía que pasar, lo interesante fue que cuando termino, realmente no termino, me volvió a besar y volvió a armarse la conversa, me conto como se sentía ahí, de su soledad y que buscaba querer a alguien, tanto así que cuando mi amigo re apareció y me dijo para ir a otro pabellón me negué y me quede con mi preso, lo cual hizo que sus ojos brillaran y me ponga preso de sus emociones, me sentía muy cómodo y hasta dormimos juntos, después se repitió el acto sexual 5 veces, cabe decir que el coito fue con protección, tampoco soy un loco para andar infectando a las personas aunque muchos lo podrían merecer.

Así empezó mi historia con este chico que nació en el callao y una parte de su vida en Brasil, en cuanto me despedí, quise preguntarle por que estaba dentro de la cárcel, a lo que él me dijo que si me contaba fácil no quería verlo más y que la verdad no quería dejar de verme.

Ambos empezamos así una historia donde ambos ocultábamos secretos  que la verdad no se en podría terminar todo.


Espero sus opiniones amigos.