lunes, 28 de abril de 2014

Cuando Conocí un chico en la cárcel y le conté que soy vih ::: IV PARTE ::::


En mis relatos nunca les dije como le conté a Pedro que tenia VIH, pues tenía cierto temor  de contarle a un presidiario sobre mi condición, como reaccionaria,  que hiciera daño, pero me ponía a recordar que cuando estuve hospitalizado por anemia severa producto de los medicamentos, era él quien me acompañaba por medio de sus mensajes y sus llamadas inesperadas.  Me decía: bebita, en verdad quisiera estará tu lado cuidándote, dándote de comer, tu sabes que lo haría, extraño tenerte  lejos, hacerte mía.

 No me importaba tanto que me tratara como si fuera mujer, ante sus ojos sabia que para él era mujer, entre los mensajes, le mande una indirecta, que tenía miedo, que por haber sido alguien muy sexual pudiera haber contraído algo y que había salido una herida en la boca.

Si esa herida era sífilis, felizmente la detecte a tiempo y no me trajo ninguna complicación, Pedro me dijo que eso no iba cambiar lo que sentía por mí, que muy aparte de sentir deseos por mí, realmente real mente le importaba mucho como persona, eso me animo a dar el siguiente paso.

Después de ya estar recuperado y haber salido del hospital, aun con un poco de debilidad, prepare un rico seco de pollo y me fui de visita a la cárcel, para ver a Pedro. Se alegro mucho al verme, pero me dijo que era mejor no besarnos hasta estar bien curado de la sífilis, de todas maneras el no dejaba de hacer notar sus ganas poseerme, ni bien había llegado se había empalmado y no podía ocultar su rico bulto, me hizo recostarme en su pecho y dormirme con mi mano en su dentro de su paquete.

Pedro es un chico posesivo y sabia que el estando dentro y yo fuera, podía  estar con otros y esa idea no le gustaba, me quería solo para él, siempre le dije que no quería que deje marcas, eso siempre quiso hacerlo pero no le dejaba, hasta que en mi descuido me sujeto fuerte y me mordió fuerte las nalgas, en cada lado había dejado su marca y me dijo, el único que vería la marca ahí seria quien quiera tirar contigo así que ni chilles por tu culito es solo mío y dejare esa marca cada semana.

A Pedro le gustaba tenerme desnudo y el también le gustaba estar desnudo conmigo, en verdad no desconfiaba de él,  sabía que si me dormida no me iba robar nunca lo hizo, ese día antes de que termine la visita, le dije que si en verdad no le importaría si yo tuviera una ETS. A lo que él dijo, que esos males ya no son mortales si sabes cuidarte todo estar bien y no importaría, porque  también para existen los condones para cuidarnos.

Fue cuando le dije, que mi resultado no solo había arrojado sífilis sino también VIH,  agache mi cabeza y él me la levanto, me dijo: Porque agachas la cabeza, no por tener eso eres menos que nadie, eres fuerte, tienes que cuidarte, si yo estuviera fuera te cuidaría mucho, pero estoy acá adentro todo depende de ti, y como te dije, el hecho que tengas esto no va hacer que  no quiera hacerte mía, tu sabes que cada vez que vienes muero por penetrarte, no una sino varias beses y  lo seguiré haciendo, ahora la semana que viene no vengas, descansa, voy a pedir que un primo me visite.

Así fue no lo visite la semana que vino ni la otra semana más por miedo, hasta que mensajio y me dijo que por qué no fue que me estaba esperando.